Los rayos del sol son necesarios para nuestro cuerpo, pero por otro lado, pueden dañarlo seriamente. La piel está expuesta principalmente a sus efectos indeseables. Descubra por sí misma cuáles son las amenazas del uso desconsiderado del sol y cómo hacer frente a los efectos de tomar el sol durante demasiado tiempo.
¿Cómo afecta la radiación solar a la piel?
Gracias a los rayos del sol, se produce vitamina D en el cuerpo, la cual afecta el funcionamiento de los sistemas esquelético, circulatorio, nervioso y muscular. Sin embargo, una exposición demasiado prolongada de la piel al sol puede provocar cambios graves en la piel, entre estos:
- queratosis y aspereza no controladas,
- engrosamiento y sequedad de la piel,
- pérdida de flexibilidad,
- profundización de las arrugas,
- decoloración,
- aumento de la seborrea.
Tipos de radiación vs la piel
Existen tres tipos de radiación:
- UVA – llega a la piel en su máxima extensión, penetrando incluso a través del vidrio. Provoca el envejecimiento de la piel y la formación de eritema, desencadena fotodermatitis durante el uso de preparados fotosensibilizantes,
- UVB – aunque afecta la producción de vitamina D, es la más peligrosa para la piel, pues puede ocasionar cambios irreversibles en la misma.
- UVC – este es el tipo de radiación más dañina, afortunadamente llega a la Tierra en muy pequeña medida porque es absorbida por la capa de ozono.
La radiación UV debe evitarse desde las 10 a.m. hasta las 4 p.m., ya que es entonces cuando su acción es más peligrosa. Recuerde que debe proteger su piel especialmente en mayo, junio, julio y agosto. En septiembre, la intensidad de la luz solar disminuye. Si usted va a esquiar, también debe tener cuidado con los rayos UV, pues al reflejarse en la nieve, se depositan sobre la piel con una doble fuerza.
¿Cómo proteger la piel contra el sol y sus efectos?
En este caso, la prevención es la clave del éxito. Debe tomar el sol por la mañana o al final de la tarde, la piel debe ser protegida con una crema que tenga un filtro suficientemente alto. Además, la cabeza y los ojos deben protegerse con un sombrero y gafas. Durante todo el verano, usted debe comer frutas y verduras que son antioxidantes naturales y contienen vitamina E.
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